SILENCIO
Como hace mucho que mis ciberconocidos no saben de mí, corre por ahí el bulo de que estoy muerto. Tranquilos, no hay prisa. Lo que pasa es que Elvis, el protagonista macarra de mi novela "Zapatos de ante azul" -novela que da título a mi blog- me tenía tan vampirizado, que he tenido que echar el freno y poner candado a mi espacio, porque si no, ya me veía en jumpsuit en el instituto, con un buen flequillo empapado de Grecian 2000 y unas gafas modelo pullmantur, y, claro, aunque yo no me tengo mucho respeto y sé que a menudo me paseo por el borde de la esquizofrenia, tampoco es cuestión de pregonar mis carencias a quien quiera y a quien no quiera oírlas. O sea, que he dejado mudo el blog una temporadita. Lo cual, no obstante, no ha impedido a algunos desconocidos apuntarse como seguidores: muchas gracias, majetes, si es que llegáis a leerme en este rincón, espero que no, más que nada para no desairarlos, porque parece que esa fidelidad a un blog vacío es como una reivindicación del silencio, y estas palabras precisamente lo están rompiendo, el silencio, se entiende. Y yo el silencio lo respeto mucho, en serio. De hecho, cuando se me acerca alguien totalmente confundido acerca de mis cualidades de escritor a pedirme algún consejo sobre este oficio solitario le repito mi canon, que por lo menos es breve. Consta de dos artículos. Primero: "Aguántate y no escribas nada". ¿Para qué, si lo que vas a decir ya lo ha dicho otro antes y mejor que tú? Y así salimos ganando todos en árboles y tiempo. Segundo: "Si no puedes aguantarte más y vas a estallar de tantas palabras e ideas, entonces puedes saltarte el primer artículo".
silencio y una imagen (nieve, más nieve, el blanco, el frío y la nieve).
ResponderEliminar¿de verdad aquello fue silencio? escucho el crujir de la nieve (hay huellas, hubo pasos), dos manos que se frotan contra el frío y el rebotar de las palabras, que estallaron y se desparramaron (un tanto ordenadas y cautivamente colocadas, tendrás que admitirlo) mediante el salto sin vacío del primer artículo.
un gusto encontrarte por aquí (o "por acá", como decimos por aquí).
maría.
"¡Por acá!"... Es decir, que continúas en Argentina. Ojalá que tengas tanta suerte como mereces. Y ojalá también que sigas escribiendo.
ResponderEliminarCreo que muchos de tus alumnos nos saltamos ese primer artículo de tu código.
ResponderEliminarSiéntete orgullosamente responsable.
Me satisface, N, que incumplas el primer artículo, sobre todo si sigues el segundo.
ResponderEliminarUn abrazo.