tag:blogger.com,1999:blog-7436002424561408843.post6718613445035143720..comments2024-02-26T13:41:18.311-08:00Comments on Zapatos de ante azul: Johan "Talento" Orozco: el camino de un campeónRicardo Signeshttp://www.blogger.com/profile/05833175541431964088noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-7436002424561408843.post-28627458703219638802022-12-08T04:37:56.298-08:002022-12-08T04:37:56.298-08:00Tú sabes muy bien que ese afecto y gratitud son re...Tú sabes muy bien que ese afecto y gratitud son recíprocos, David. No solo nos unen Tintín, Jack London, el Valencia CF y el boxeo (Schmelling es uno de mis dos boxeadores alemanes favoritos. El otro es Rukeli), sino tantos años juntos en primera línea de fuego contra la ignorancia. Amigo mío, cada vez nos vamos pareciendo más a Rutger Hauer en la escena final de Blade Runner.<br />Un fuerte abrazo.Ricardonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7436002424561408843.post-1206321111433743772022-12-08T03:54:38.696-08:002022-12-08T03:54:38.696-08:00Hola, querido Ricardo, y a esta alturas, ya viejo ...Hola, querido Ricardo, y a esta alturas, ya viejo amigo y compañero. Solo puedo agradecerte tu generosidad, expresada con tanta gentileza en la dedicatoria a esta crónica tan hermosa y apasionada. Soy menos experto que tú en el noble arte, aunque no me considero ajeno. Siendo muy crío, vi una peli sobre la rivalidad entre Joe Louis y Max Schmelling. En pleno 1938, la batalla entre un supuesto representante de la raza aria y un negro norteamericano se instrumentalizó políticamente por el Reichstag tanto como por la Casa Blanca... Todo con la posibilidad de una nueva y apocalíptica guerra mundial en el horizonte. Ganó el norteamericano y Schmelling fue repudiado por el Régimen de Hitler, a pesar de que antes de boxear con Louis lo presentaban como su gran adalid. Schmelling despreciaba en realidad a aquellos miserables pitbulls del Partido Nazi. Nunca se separó de su manager judío y salvó con gran peligro propio a algunos perseguidos. Además, fue amigo de Louis hasta el final y, hallándose este ya en la miseria, le ayudó en sus últimos momentos. Ya que pones una canción, me viene a la memoria la de Huracán Carter, dedicada por Bob Dylan a un gran boxeador de los sesenta al que un jurado racista destruyó enviándolo a prisión durante años por un crimen que no había cometido. Su verdadero delito era ser un boxeador negro. ç<br /> Gracias por tu amistad, todo mi afecto. David P.Montesinoshttps://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.com